Semana 6
Querido diario:
Parece que todo va más o menos bien. Los síntomas se mantienen de forma tolerable. El estreñimiento horroroso y ese cansancio…. Uff, agotador. Pero bien.
Sin embargo, a veces la vida te da algún susto.
Mis padres ya saben que estoy embarazada y algunos de mis amigos más cercanos también.
Aquí está la controversia de cuándo dar la información. Yo soy de la opinión de “cuando a ti te de la gana y a quién tú quieras”.
Entiendo que es difícil y más si ha costado trabajo o lo has pasado mal previamente. El comunicarlo por si luego “no va bien” puede ser complicado. Entiendo que no hay necesidad de decirlo a los extraños pero… ¿Qué hay de malo en decirlo a la gente que, “caso de que no vaya bien”, me va a apoyar y entender en lo que necesite?
A veces es difícil e influye el cómo te sientas. Por mi parte soy habladora y pienso que compartir las alegrías las hace más alegres y compartir las penas, menos tristes. Y “caso de que no vaya bien” tengo derecho también a estar triste y la gente que me quiere sepa por qué estoy triste.
Un duelo en toda regla, “caso de que no vaya bien”. No lo quiero ni pensar.
Y es que la vida a veces te da algún susto. Un manchado, un familiar ingresado, un “aún no vemos latido” en la ecografía.
A veces esos sustos vienen a la vez.
Y que se queden sólo en eso. En sustos.